El pasado fin de semana tuve un rebote con un tío en un pafeto de la zona.
Resulta que iba yo tan tranquilo rumbo a la barra cuando, al parecer, pisé -sin darme cuenta- el gigantesco pie de una secuoya humana.
El pavo -que debía de medir unos dos metros y medio- me cogió por el cuello y me gritó sugerentemente al oído: "¡mira por donde andas, gilipollas!".
Yo, muy educado y correcto, le dije: "Perdona, hijo de puta".
De repente, como por arte de magia, me empezaron a llover ostias por todas partes hasta el punto de que casi echo el esfínter por la boca.
Después de esto creo que ese orco pontevedrulo se lo pensará dos veces antes de volver a meterse conmigo.
miércoles, 14 de mayo de 2008
CUIDAO CONMIGO!!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Ahi ahi! Se lo tenía bien merecido!
De todos modos ten cuidado, las secuoias están en peligro de extinción, igual te persiguen los Megaforestales ecológicos!
he dicho
Reconozco que no estuve acertado en las formas. Jamás debí decirle: "Perdona".
Ante tal avalancha de críticas, injurias y calumnias injustificadas, me gustaría aclarar lo que pasó: yo estaba tan tranquilo con mi zapato de la talla 49 cuando de pronto un zagal (medianamente atractivo, yo le daba) me pisó en mi dedo meñique. En ese momento consideré lo más acertado propinarle unas cuantas reprimendas y a mis 15 amigos (por cierto, homosexuales no reconocidos salvo 3) les pareció buena idea el acompañarme. Esto es lo que pasa por salir por la noche a divertirse, la próxima vez se lo pensará 2 veces antes de intentar ir por la vida sin meterse en problemas.
Sin más, saludos cordiales y mis mejores deseos para este nuevo año, se despide: JOSE LUIS SECUOYA
Hola, José Luis! No sé cómo tienes huevos para entrar en mi blog. Como sigas así voy a tener que dejar que me metas otra paliza. Te lo advierto... Además esta vez ni siquiera gritaré como una niña. Feliz cumpleaños a ti también!
Publicar un comentario