- El empollón-gafotas: Niño repelente sabelotodo. Nunca baja del Sobresaliente. Viste formalito (camisa y jersey de pico), toma apuntes en clase de gimnasia y siempre se rompe las gafas en el recreo. Cae mal a sus compañeros.
- El burro: Niño con problemas de aprendizaje, es decir, niño-tonto. Es el último en todo. No es que sea vago, no, es tonto y ya está. Apenas sabe respirar. Da pereza oírlo cuando le toca leer. Deletrea hasta los catorce años, edad a partir de la cual ya no vuelve a ejercitar la lectura porque empieza a trabajar en el taller de su padre. Todos sus compañeros le putean y él sonríe casi siempre. Otras veces, las menos, llora y se lo dice a su mamá. Luego la madre va al cole y persigue a los demás niños con una zapatilla.
- El malote: Niño travieso y graciosillo. Es el primero que lleva revistas guarras a clase. Suele tener un hermano mayor muy guay que es el que le enseña todo. Está siempre pensando y llevando a cabo nuevas y audaces fechorías. La mitad de su vida escolar la pasa en el pasillo -que es el trullo de los colegios- en donde toma contacto por primera vez con las drogas y el sexo anal. Es popular y querido entre sus compañeros. Juega muy bien al fútbol y a los videojuegos. Suspende todas (menos gimnasia) pero sólo porque es un vago y no un burro como su compañero "el burro".
- El mariquita: Niño-niña. Es debilucho, sensible y muy amanerado. En el recreo juega con las niñas, excepto cuando tiene sus primeras crisis de identidad. Es entonces cuando intenta jugar al fútbol y comportarse como un machote pero lo deja enseguida porque es un deporte para brutos. Él prefiere el balonvolea (vóleibol) y disfrazarse de chica. Entiende de perfumes. Tiene una risa histriónica tan llamativa como odiosa. Sus compañeros de clase se burlan de él y el pobre se defiende como lo que es... un mariquita. Esta circunstancia le hará desarrollar un humor malvado -por otro lado, nada brillante- que le servirá para trabajar en televisión cuando sea adulto.
- El ligoncete: Niño precoz en el arte del cortejo. Tal premura le viene porque sabe que será el primero de su generación en quedarse calvo. Mientras tanto luce pelo-bacenilla y disfruta soplándose el flequillo cuando le molesta en los ojos. Viste ropa cara. En su infancia mastica chicle, chicle que será sustituido en la adolescencia por tabaco barato. Es el primero en echarse novia, aunque nunca es la guapa de la clase. Ésta será para el malote.
sábado, 24 de mayo de 2008
ARQUETIPOS ESCOLARES I
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